LA ETERNA PRIMAVERA

Cuenta la leyenda, que un día una brisa desnuda vino a nuestra tierra en primavera para atrapar su aroma y vestirlo de perfume. Hizo silbar las cuerdas de una guitarra, se perdió por sus callejuelas del Barrio Santa Cruz, por los jardines del Alcázar, y embriagada de tanta Sevilla, se echó a reposar en una fuente andaluza. Pidió el deseo de atrapar el aroma de la ciudad en un frasco Y su sueño se hizo realidad.
Sevilla, una ciudad que te atrapa por su aroma propio y su cultura. Sobre todo, llegando la primavera. En esa época, sus calles rebosan de flor de los naranjos amargos de la ciudad y su perfume nos embriaga, se nos quedan en la memoria, nos son familiares desde la infancia.