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Existe una gran variedad de propuestas en el mercado con las que poder vestir tu mirada de forma impactante. Si quieres que tus ojos sean los protagonistas de tu maquillaje, debes usar sombras que intensifiquen tu mirada, que los resalten o que combinen a la perfección con el color de tu iris.
La diferencia no está solo en las diferentes paletas de colores que ofertan las marcas más conocidas, sino que realmente está en el color de tu mirada. Los ojos claros no suelen maquillarse de la misma manera que los oscuros. La intensidad o su belleza pueden variar. Ojos azules y verdes tienden a brillar con tonos cálidos y anaranjados, bronces o turquesas, frente ojos castaños y negros que suelen impactar más vestidos con tonos marrones y ocres, berenjena, colores metalizados o incluso tonos nude.
Para sacarle un mayor partido a tu mirada puedes optar por diferentes tipos de sombras. Las sombras en polvo son las más tradicionales y clásicas, frente al formato crema más innovador y con una textura fácil de aplicar con los deditos. Ambas versiones ofrecen buenos resultados con los que dotar de luminosidad y amplitud tu mirada.
Y si te animas a combinar varias tonalidades, su aplicación es clave. Usa el tono principal en el párpado móvil, en la zona exterior del mismo aplica el tono más oscuro para intensificar y, finalmente, para dar luminosidad, aplica pequeñas cantidades del tono claro en la zona del lagrimal y bajo el arco de la ceja. Acompaña las sombras con polvos iluminadores o un buen liner para conseguir ese toque seductor. ¡Sorprenderás con el resultado!