Perfumes Fougère

Un perfume fougère es una fragancia que transporta directamente a un paisaje verde y frondoso, como si caminaras por un bosque tras la lluvia. Esta familia olfativa —considerada una de las más clásicas y elegantes— se asocia a menudo con lo masculino, lo herbal y lo fresco. Su nombre, que en francés significa “helecho”, no tiene que ver con el olor real del helecho (que no huele a nada), sino con una interpretación aromática de lo que un bosque húmedo podría evocar.

Características destacadas de los perfumes fougère:

Notas verdes y herbales:
Estas fragancias suelen recordar al heno, a la hierba recién cortada o al musgo, creando un efecto limpio y revitalizante.

Acorde emblemático:
El trío compuesto por lavanda, cumarina (que recuerda al olor del heno dulce) y musgo de roble constituye el corazón clásico de un fougère. A menudo se complementa con notas como bergamota, geranio o maderas nobles.

Aroma de bosque:
La sensación predominante es la de estar en medio de la naturaleza: un entorno fresco, húmedo, con notas terrosas y profundas que despiertan la conexión con lo silvestre.

Gran adaptabilidad:
Aunque en sus inicios estuvo ligado a la perfumería masculina, hoy existen variantes femeninas y unisex. La versatilidad de este estilo lo hace perfecto para quienes buscan algo elegante y con carácter.

En resumen:

Un fougère es mucho más que un perfume: es una experiencia olfativa que busca capturar la esencia del aire libre, combinando notas herbales con un corazón aromático inolvidable. Desde su nacimiento con el icónico Fougère Royale en 1882, esta categoría ha sabido mantenerse vigente y reinventarse con los años.